...cuando no queda más por hacer...

En momentos como éste, puedo llenarme de rabia, puedo sentir la ira correr por mis venas, puedo detener mis latidos y, a la vez, sentirme completamente culpable por todo eso.

Pero...¿por qué?

No me estás quitando lo que quiero, pero quisieras que así fuera...no me arrebatas el amor, sino la alegría de ver su tranquilidad.

Lo que me revienta las entrañas es el hecho de ver la hipocresía con que me tratas y la dulzura que pretendes hacerles ver a todos.

Si hay algo valioso en un ser humano, es su autenticidad...tú no la tienes.

Ya me harté de tu hipocresía y de mi diplomacia.

Luego nos vemos para darnos en la torre, ¿sale? ¬¬

Hoy van a rodar cabezas...