Antes de partir.

No se despidió de mí, pero no hizo falta...quizá lo siento así porque lo último que nos dijimos fue algo bueno, aunque siempre fuera de ese modo. Todo el tiempo nos tratamos con amabilidad.

Siempre fue bueno conmigo, me saludaba con alegría, me sonreía al pisar su casa. Era muy bello observar la hermosa escena en su sala...Usted rodeado de sus nietos acariciándole la barriga.

Era todo seriedad, pero cuando emitía alguna palabra era para gastarle las más simpáticas bromas al que estuviera cerca...contagiaba su felicidad.

También era divertido ver como discutía con su mujer, tenía una forma tan graciosa como poco sutil de decir lo que no le parecía.

Algunas veces me llevó a la escuela, sin deberla ni temerla...no era su obligación y lo hizo con gusto, por él y por mí.

Lo traté poco y, sin embargo, tuvo un gran impacto en mi vida.

Siempre lo voy a querer mucho, porque sé que también me quiso... aunque no me lo dijera.

Gracias por permitirme conocer a una persona tan bella como usted. ♥

Nos veremos algún día, mientras tanto lo extrañaré.

Adiós, suegro... (+)